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cuadernos
Además de todo lo anterior, dos
temas fundamentales centraron el
interés de los asistentes: por una par-
te conseguir que los programas uni-
versitarios para mayores sean recono-
cidos por el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte como estudios ofi-
ciales, lo que permitiría al alumno
obtener un título acreditativo de sus
conocimientos; y por otro, lograr que
exista una homogeneización entre
todos los programas y materias impar-
tidas. Cuestión en la que, además de
unificar criterios como las asignatu-
ras, profesorado, metodología didácti-
cas etc., se lograría acelerar la
implantación de los programas para
mayores en todas las Universidades
españolas.
A lo largo de las Jornadas, la idea
de la Universidad ligada a un “enveje-
cimiento activo”, fue la base de algu-
nas de las intervenciones que se
pudieron escuchar en San Lorenzo del
Escorial.
Tanto los alumnos como los profe-
sores están de acuerdo en que la
experiencia y formación que tienen
las personas mayores, no debe desa-
provecharse, y que todos esos conoci-
mientos tienen que ponerse al servicio
de la sociedad, y especialmente de los
jóvenes, porque la enseñanza univer-
sitaria para mayores permite crear
oportunidades educativas para el
intercambio de conocimientos y expe-
riencias entre generaciones, lo que
posibilita que los mayores actúen
como mentores y tutores.
Éxito de estas experiencias
universitarias
Lo cierto es que el crecimiento,
tanto en el número de programas,
como en el de alumnos, es la más cla-
ra evidencia del éxito de las Universi-
dades de Mayores, y de una sociedad
que pretende integrar a estas perso-
nas en todos sus ámbitos, tanto eco-
36 Sesenta y más
De izq. a dcha. Manuel Carreño, Jefe de Área del Plan Gerontológico del IMSERSO y Beatriz
Gallego, representante de la Dirección General del Mayor.
D. Pedro Chacón, Director General de
Universidades del Ministerio de Educación, claro que este éxito está muy ligado a
Cultura y Deporte.
nómico como político y social, y que
espera una participación mucho más
activa de ellos, en todas las activida-
des de la vida.
A este aspecto se refirió el Conseje-
ro de Asuntos Sociales de la Comuni-
dad de Madrid, cuando habló de la
idea de que las personas mayores tie-
nen que ser “auténticos sujetos de
participación, haciendo llegar su voz a
todos los rincones y diciendo a la
sociedad lo que desean sin sentirse
relegados o apartados de ella”.
En estas Jornadas también se dejó
las ganas de aprender y seguir culti-
vándose que tienen los mayores,
aspectos que no desaparecen tras la
finalización del curso universitario. Al
acabar éste, los alumnos no quieren
abandonar su formación y desean
seguir manteniendo el contacto, tanto
con la Universidad como con los anti-
guos compañeros. Por esta razón se
han creado, en muchas Universida-
des, asociaciones de antiguos alum-
nos que pretenden seguir compartien-
do horas de debate, aficiones e inte-
rés por acumular nuevas experiencias.
Aunque se ha avanzado mucho en
materia de formación para mayores,
éste es un campo que no ha hecho más
que comenzar y en el cual hay que cen-
trar muchos esfuerzos, no sólo por par-
te de las autoridades educativas, sino
de toda la sociedad en general.
Uno de los retos más importantes a
los que se tendrá que enfrentar esta
institución es implantar estas ense-
ñanzas de una manera general, exten-
diéndolas al medio rural y facilitando
el acceso a las mismas, mediante fór-
mulas como la Universidad a distan-
cia o la utilización de las nuevas tec-
nologías.