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e llega a la vejez en condi- Las causas más frecuentes de denegación
ciones distintas y con las del permiso de coducción en los mayores
capacidades más o menos se debe al deterioro de la vista
mermadas, según se haya

Svivido. Por ello la normativa
de tráfico no establece un
límite de edad para dejar de conducir.
Es, en cierta medida, una adaptación
de la norma a la mayor expectativa de
vida y a las mejores condiciones sani-
tarias que ha logrado España en las
últimas décadas.

No obstante, la necesidad de las
personas mayores por continuar reno-
vando su permiso de conducción tie-
ne muchas motivaciones. Es “esa
necesidad de no depender, de mante-
ner su autonomía personal, de ir a la
compra, de ir al médico, de no preci-
sar ayuda”, afirma José María Sán-
chez Pardo, psicólogo-asesor del Área
de Formación y Comportamiento de
Conductores de la DGT. “Lo peor que
le puede pasar a una persona que ha
llegado a la madurez de su vida es
tener la sensación del “ya no sirvo”.
Esto les produce una desprotección y
un sentimiento de invalidez patético,
que se agudiza cuando se les priva
de la posibilidad de conducir”, seña-
la el psicólogo.

Según el libro “La tercera edad y
el transporte”, editado por la DGT, la
esperanza de vida en la Unión Euro-
pea en los próximos 25 años se
incrementará, para los hombres, un
promedio de 1,3 a 1,6 meses por
año, y de 1,5 a 2,0 meses al año
para las mujeres.

El mismo estudio señala que para
el año 2050, el número de personas
de 65 años o más se habrá triplicado.
El crecimiento será aún más marcado
en el tramo de la población de 80
años o más.

Al finalizar 2001, los conductores
censados mayores de 65 años fueron
1.571.939, de los cuales 1.371.643,
eran varones (87,25%), y 200.296
mujeres (12,74%).

En cuanto a los permisos de con-
ducción expedidos durante el año

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