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os trabajos que desafían a la mente podrían ayudar a que A continuación, dividieron a los sujetos del estudio en cuatro grupos,
L el cerebro envejezca mejor, sugiere un estudio reciente. en función de su rutina de trabajo y de sí este requería más habilidad
manual o capacidad cerebral.
Cuanto más trabaja su cerebro en el trabajo, menos probabilidades
tiene de tener problemas de memoria y pensamiento más adelante La docencia terminó siendo el trabajo más común con las mayores
en la vida, informaron los investigadores en la edición del 17 de abril demandas en el cerebro de una persona, mientras que los carteros y
de la revista Neurology. los conserjes tenían los trabajos con las menores demandas en las
habilidades cerebrales.
“Examinamos las demandas de varios trabajos, y encontramos que
la estimulación cognitiva en el trabajo durante distintas etapas de la Después de los 70 años, los participantes completaron pruebas
vida (durante los 30, 40, 50 y 60 años) se vinculó con una reducción de memoria y pensamiento para juzgar qué tan bien estaba
en el riesgo de deterioro cognitivo leve después de los 70 años”, envejeciendo su cerebro.
señaló la investigadora , la doctora Trine Holt Edwin, del Hospital de
la Universidad de Oslo, en Noruega. Alrededor de un 42 por ciento de las personas con trabajos que
implicaban poca labor cerebral habían desarrollado un deterioro
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de 7.000 cognitivo leve, el primer paso en el camino hacia la demencia y la
personas en 305 ocupaciones en toda Noruega ymidieron el grado en enfermedad de Alzheimer.
que cada labor ponía a prueba el cerebro y el cuerpo, en función de
los diferentes conjuntos de habilidades requeridas para el trabajo. (Seguir leyendo)
a Fundación Centro de Investigación de Enfermedades
L Neurológicas (CIEN), dependiente del Instituto de Salud Carlos III y
respaldada por la Fundación Reina Sofía, avanza en el diagnóstico
preciso del alzhéimer mediante biomarcadores sanguíneos y ha
confirmado la conexión entre los niveles en sangre de la proteína
fibrilar glial ácida (GFAP) y el desarrollo de la enfermedad,
estableciendo por primera vez en humanos la relación entre esta
proteína y la activación de los astrocitos en el cerebro. El estudio,
publicado en Brain, se inserta en un contexto de investigación más
amplio en torno a los astrocitos, considerados como el "tercer
elemento" del alzhéimer, al considerarse, por la aparición de estudios
recientes, que su activación es un eslabón necesario entre la patología
amiloide y la tau que conduce a la muerte neuronal.
(Seguir leyendo) Revista de Neurología
CRE DE ALZHEIMER IMSERSO—NEWSLETTER 3