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xiste mucha evidencia científica de que el ejercicio puede ayudar
        E  a proteger  el  cerebro. Está  demostrado  que  puede  influir
        positivamente  en  la capacidad  cognitiva,  reducir  la  tasa
        de envejecimiento  cognitivo e  incluso  disminuir  el  riesgo  de
        enfermedad de Alzheimer y otras demencias.            Montreal, para medir la función cognitiva. Una puntuación normal es
                                                              26-30. Se considera que una persona con una puntuación entre 18 y
        Para  obtener  estos  beneficios  ni  siquiera  es  necesario  un   25 tiene un deterioro leve, lo que significa que no tiene demencia
        entrenamiento intenso. De hecho, un nuevo estudio descubrió que el   pero no es tan agudo como solía ser y puede que necesite trabajar
        tai chi, el arte marcial chino que combina movimientos suaves muy   más duro para mantener las actividades cotidianas. La puntuación
        lentos con técnicas de respiración, concentración y relajación puede   media de los participantes al inicio del estudio era 25.
        ayudar a frenar el deterioro cognitivo y proteger contra la demencia.
        El estudio se publicó en Annals of Internal Medicine e incluyó a unos   El  estudio  encontró  que  las  personas  que  practicaron  una  forma
        300 adultos mayores, de unos 70 años en promedio, quienes habían   simplificada de tai chi llamada Tai Ji Quan dos veces por semana
        informado que su memoria no era tan buena como solía ser.   durante aproximadamente seis meses mejoraron su puntuación en
                                                              1,5 puntos. Puede que este aumento no parezca mucho, pero la...
        Como  parte  de  la  investigación,  todos  los  participantes  realizaron
        una  prueba  de  10  minutos,  llamada Evaluación  Cognitiva  de   (Seguir leyendo)
                                                                                                             Infobae









           eurocientíficos de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Católica de Roma y de la Fondazione Policlinico Universitario
       N  Agostino Gemelli IRCCS han modificado genéticamente una molécula, la proteína LIMK1, normalmente activa en el cerebro, con un papel
       clave en la memoria. Añadieron un “interruptor molecular” que se activa al administrar un fármaco, la rapamicina, conocido por sus diversos
       efectos antienvejecimiento en el cerebro y consiguieron mejorar la memoria, según publican en la revista ‘Science Advances’.

       La investigación, apoyada por el Ministerio italiano de Educación, Universidad e Investigación, la Fundación de la Asociación Americana del
       Alzheimer y el Ministerio Italiano de Sanidad, tiene grandes aplicaciones potenciales, al mejorar nuestra comprensión de la función de la
       memoria y facilitar la identificación de soluciones innovadoras para enfermedades neuropsiquiátricas como la demencia.

       La proteína LIMK1 desempeña un papel crucial en la determinación de cambios estructurales en las neuronas, a saber, la formación de espinas
       dendríticas, que mejoran la transmisión de información en las redes neuronales y son cruciales en los procesos de aprendizaje y memoria.

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