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MAYORguía

gar para pasear», en el que el
objetivo indaga materiales y
geometrías que son una mis-
ma y única cosa: arquitectura.
Sombras arrojadas, caligrafía
en granito, el detalle y la pa-
norámica, todo recuerda que
construir es discurrir.

Como la palladiana Basílica de
EXPOSICIÓN tros tiempos» se sabe dotado
Vicenza, el claustro «de nues-
de una doble piel gracias a la
Moneo, Villanueva cual, introversión y extrover-
sión, se engasta en el Museo y
se despliega en el Madrid que
y Cabrero lo circunda. Hipnóticas geo-
metrías de luces y penumbras
o imprevistos acasos compo-
sitivos sirven al fotógrafo para
POR EL PRADO DE MONEO explorar aristas fugadas en
ladrillo o el bronce leñoso de
Conmemorativa del décimo aniversario de la Cristina Iglesias, que de la in-
Ampliación del Museo Nacional del Prado, una de actual cabaña primitiva hace
mito contemporáneo. Desde
las obras más complejas y relevantes de la brillante un arriesgado juego de encua-
trayectoria internacional de Rafael Moneo, la dres, la reflexiva labor de la fo-
exposición fotográfica Por El Prado de Moneo tografía se constituye en cabal
recordatorio de cuánto la dis-
propone deleitar al espectador con peculiares ciplina arquitectónica, de Juan

ambientes e inéditos fragmentos o registros lumínicos. de Villanueva a Rafael Moneo,
es parte consustancial e irre-
A caballo entre la narración y la obser- tuco, madera, bronce o cristal. nunciable de un Museo que se
vación, Joaquín Bérchez propone un exi- Le introduce en la Sala de las aproxima a su Bicentenario.
gente diálogo visual, reflejo a su vez del Musas, la cuña oblicua o gran
que Moneo ha entablado desde una ar- vestíbulo y el nuevo claustro. En 2007 concluyó la amplia-
quitectura comprometida y rigurosa con En el primero de los espacios ción del Museo del Prado lle-
el excepcional edificio neoclásico de Juan la cámara sorprende a las dio- vada a cabo por Rafael Moneo,
de Villanueva. sas desplegadas en hemiciclo, cuyo plan añadió un edificio
enseñoreándose de su recupe- de nueva planta articulado en
La mirada de Bérchez pone delante de rada basílica, acaso espiadas torno al Claustro restaurado de
los ojos del espectador fragmentos com- en sus secretas conversacio- los Jerónimos.
positivos en ladrillo, piedra, mármol, es- nes, o bien encuadra desde un
actualizado bel composto a la El Prado celebra esta efeméri-
inquisitiva Polimnia. de con una exposición a cargo
del fotógrafo, historiador de
Sus fotografías discurren por la arquitectura y catedrático
Por el Prado de Moneo una cuña oblicua que, a pe- de Historia del Arte de la Uni-
Sala Claustro de los Jerónimos, planta sar de quedar a espaldas de la versidad de Valencia Joaquín
segunda. Edificio Jerónimos basílica, no le es en absoluto Bérchez, cuyo análisis de la ar-
27/10/2017 - 28/01/2018 ajena. El espectador visita un quitectura de Moneo se plas-
Museo Nacional del Prado. Madrid espacio contemporáneo de ma en las 26 fotografías que se
tránsito, un paseadero o «lu- exhiben en el Claustro.

60 60 y más • diciembre 2017