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CARTAS |

Mi
agradecimiento

Me dirijo a ustedes para darles las gracias por haber publicado el escrito
que les mandé. Solo deseo les dé Dios muchos años de vida y felicidad para
que puedan desarrollar la labor tan bonita que hacen hacia los mayores, que
Cuéntame, generalmente estamos un poquito olvidados aquí en Torrejón de Velasco.
Recibimos muchos la revista, pero ahora la solicitarán algunos más, pues
abuela mis amigos la quieren tener. Muchas, muchas gracias.
Reciban un abrazo con todo mi agradecimiento por hacerme tan feliz a mis

¡Cuéntame, abuela! setenta y más.
Cuéntame, por favor; Concepción Pérez (Madrid)
no me dejes sola
ni lejos de tu calor. Sería tan bonito que...

Dime por qué no sonríes, Retrocediendo en el tiempo
ni levantas casi tu voz, y siendo niña otra vez,
ni los colores del arco iris mirando hacia la noche
hacen brillar tu corazón.
cuajada de estrellas,
¡Cuéntame, abuela! preguntarle a mi padre...
Cuéntame, ¿qué te pasó? ¿cuál es la estrella del norte?
Ya no vienes a la escuela Él, ante mi inocencia, me lo diría; yo,
ni te veo en mi habitación. seguiría preguntando.
Me gustaría ser una estrella fugaz
Yo contigo me dormía para saber dónde va a parar
escuchando tu opinión, el suspiro de su recorrido.
y el consejo me decía ¿Por qué no podemos acabar con el hambre,
piensa bien tu decisión. la sed y la incultura de los pobres?
Me gustaría resolverlo y...
De ti siempre presumía cambiar la impotencia del no poder.
como del mar el pescador, ¡Sería tan hermoso ver sonreír al mundo!
como la risa de su alegría Me gustaría...
y como el sol de su calor. que el amor de verdad
existiera entre los humanos.
Abuela, ven a besarme,
y mientras yo te acaricio, Para mí, me gustaría...
déjame de ti saciarme la inteligencia y el poder suficientes
y meterme en tu cobijo. para que el “razonamiento de esta era”
hiciera un mundo justo para siempre,
Con cariño a todas las con dignidad, amor y justicia.
abuelas porque no están Si no puede ser, todo seguirá muy mal.
en el olvido. Yo solo soy una humilde poeta
Antonia Navarrete y el viento se llevará mis versos.
Lebrato ¡Ah, si algún día un ser superior los escuchara!
¡Me gustaría, sí...
me gustaría!

Felisa Granda Martínez
La Santolaya (Oviedo)

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