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por la ciudad, parte del Ayun- “Me gustaría anunciar, a toque de corneta, que la crisis ha terminado”
tamiento, portando una corneta
y dos campanas de bronce pe-
queñas, pero pesadas, fijadas a
una barra de madera, como he-
rramientas de trabajo; va a su
ritmo, sin prisa pero sin pausa,
haciendo paradas en las plazas
más frecuentadas, aunque no se
olvida de los rincones apartados
del casco antiguo; los vecinos, le
saludan con afecto. Joan, después
de cerca de treinta años de pre-
gonero, se siente querido por la
gente, y conversar con él ha sido
una agradable e inolvidable expe-
riencia, tanto cuando le acompa-
ñamos callejeando por la ciudad,
como sentados en una sala de la
Oficina de Turismo del Solsonès,
invitados a ello por su amable di-
rectora Esther Santaularia.
Pero dejemos que sea Joan quien
nos hable un poco sobre él, y nos
acerque al oficio que, desde hace
cerca de tres décadas, desempeña
con la mayor dignidad y profesio-
nalidad.
¿Se formó en alguna Escuela dedi- cambios que la sociedad está ex-
¿Por qué se dedicó a esta profe- cada a este menester? perimentando, actualmente no se
sión? dan.
No; porque todas y cada una de
Llevo 29 años ejerciendo de pre- las enseñanzas que recibí se las ¿Qué herramientas o utensilios lle-
gonero. La dedicación viene a debo a Joan de la Rosa; él fue mi va para su trabajo cotidiano?
consecuencia de haber conocido gran maestro. Los toques de esta
a un señor, Ramón Esparter (“El corneta –cuyo tamaño es un poco La corneta y las campanas; éstas
sereno”) de Solsona, quien, des- más largo que el tradicional cor- últimas se hallan cogidas por una
pués de muchos años, al llegarle netín del Ejército–, se caracteri- base de madera. Las campanas se
la jubilación, dejó de hacer su zan por su toque de atención, que utilizan para pregonar las horas
cometido, y en el Ayuntamien- deja parados al instante a quienes de entierros de difuntos. Lamenta-
to dejó su querida corneta. Pasó lo escuchan. Debo reconocer que blemente, en los últimos tiempos
un tiempo y la Casa Consistorial no me fue nada fácil aprenderlos. suenan más las campanas que la
volvió a interesarse por recuperar corneta. Una de estas dos campa-
este viejo oficio, que era muy que- ¿Su horario de trabajo depende de nas, la más pequeña, se desmonta
rido por las gentes de Solsona. Y las llamadas que tenga que pro- y con ella se anunciaban las fiestas
fue como, a través del entonces nunciar? de las calles (horas de la misa, jue-
alcalde Ramón Llumà, se puso gos de los más pequeños, el mo-
en contacto con Joan de la Rosa La corneta se toca para las fies- mento de las meriendas, etc.).
(músico). Éste último, intercedió tas del Corpus y la Fiesta Mayor.
por mí, y no dudó en enseñarme Antes también se tocaba con un ¿Explíquenos los lenguajes de sus
los diferentes toques de la corne- toque de corneta más corto, se toques de corneta?
ta, para prepararme en el oficio anunciaba cuando una perso-
de pregonero. Estamos hablando na había perdido algo de valor; El primero es un toque más lar-
del año 1983. circunstancias que, debido a los go, para anunciar los pregones
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