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| MAYORES HOY
el primer año de carrera, lo que nas por leer, de ver la televisión un niño que acaba de descu-
acabó por sumirme en una gra- y… lo que es peor, perdí las ga- brir cómo un gusano de seda se
ve depresión; vamos, una de- nas de hablar y hasta de comu- convierte en mariposa…
presión brutal, hasta que tras nicarme con los demás, con el
un sin fin de pruebas conclu- mundo”. –“Todos los días lo encendía
yeron por diagnosticarme un e intentaba repasar los viejos
Parkinson”. Cosas, hasta entonces tan sen- trabajos que había hecho en
cillas como habituales en su la Universidad. Así, día tras
Los comienzos de la enferme- vida, parecían decir adiós para día, hasta que uno de ellos, no
dad debieron ser terribles. “Me Gabriel: “imposible hacer cual- sé exactamente cuál o si sería
cambió la vida, porque aparte quier trabajo manual o realizar poco a poco, comprobé que
de los temblores perdí las ga- tareas tan simples como cam- con el ratón la mano no me
“Para mí el ratón ha biar una lámpara; dejé de con- temblaba…¡fue un milagro!. La
ducir, todo…¡Un desastre, va-
esperanza empezaba a tomar
sido mágico, pero la vida mos!”. Y así un año. forma y así fue como comencé
también lo es. Ahora a hacer mis primeros dibujos al
creo, más que nunca Una sinfonía virtual ordenador; luego vendrían los
paisajes, monumentos, plantas
anteriormente, que la Un viejo y semiolvidado or- y personajes”.
realidad es mágica, que denador reapareció en la vida
sólo hay que aprender a de Gabriel “devolviéndome a Su vida, la de Gabriel y tam-
verla” la vida”, rememora ahora Ga- bién la de Mercedes, recobró
su pulso y armonía de siempre,
briel, tal y como habría hecho
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