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| CARTAS
Navidades de Lo que si sé es que ella repartía les tocó un poco mejor. Pero lo
mi infancia un poco para Navidad, otro poco que si quiero que recuerden es la
para Noche Vieja y dejaba otro unión que había esos días con ve-
Aunque ha pasado la Navidad poco para ponerlo por Reyes, con cinos y algún familiar.
quisiera recordar las de mi infan- algo que nos compraba. Algo que
cia. Voy a contarle a mis nietos, necesitásemos, fuese zapatillas, lá- “Pobres Navidades, pero glorio-
si algún día quieren leerlo, la di- pices de colores o cosas así. Pero sas’. Estas de ahora, no sé lo que
ferencia que hay con las que ellos no creáis que todo eso junto, sino serán para los niños. Pero para
pasan. una cosa para cada una, lo que los mayores son “tristes y peno-
más falta nos hacia. sas”.
Lo que si quiero decir, antes de
contar las faltas, es que, con tener Pero, ¡qué rico estaba todo! No sé “Rueda de todo, pero también las
tan pocas cosas, éramos felices y si sería la mano de mi madre, la penas”. Aprovechadlas.
unidos con los vecinos. Estába- lumbre aquella de leña o las po-
mos locos con que llegaran, so- cas veces que teníamos aquellas Pilas Gómez García
nando con lo que mama prepa- novedades. Sé que esperábamos Arenas de Iguña (Cantabria)
raba. esas fiestas con enorme ilusión y
disfrutábamos viendo preparado La emigración
Se solía criar para la ocasión algún a mi madre, como la mayor fiesta.
pollo, o el mismo gallo se mataba. Cuanta gente hay en el mundo
De esos que se criaban con maíz y Después de cenar se solían reunir falta de amor y amistad
corriendo por camberas y rinco- los vecinos, unos en casa de otros. muy lejos de sus familias
nes, que en el barrio abundaban. Tomaban los hombres una copa que por gran necesidad
de coñac y las mujeres, de anís. no han tenido otro remedio
Parte del pollo para cenar y, con los Se contaban cuentos, chistes, se que dejarles y emigrar,
menudos, mi madre preparaba una reían y, si alguno tenía ganas, yendo a países lejanos,
sopa para el día de Pascua. Con el echaba una cantada. Lo que sí se para así ganarse el pan
resto, un arroz. ¡Qué rico que estaba! respetaba, si algún vecino había en busca de mejor vida
Si era el gallo, como era más grande, tenido una desgracia, se guarda- y a los suyos ayudar.
daba más de sí y a todos alcanzaba. ba silencio, en honor a ellos. Y
algún vecino no tenía leche, se le Aunque parezcan contentos,
Si habían matado el chon, unas daba para que hiciese las torrejas. no es así, en realidad...
hebras se guardaban para Navi- en ellos hay pena,
dad o Noche Vieja, pues las otras Todo con muy pocas cosas, pero que no pueden ocultar.
se gastaban para chorizos. con mucha ilusión, cariño y
unión, y celebrando de verdad las Han hecho un gran sacrificio,
Si se podía comprar un gallofa Fiestas de Navidad. al tenerse que ausentar,
para hacer las torrejas, pues en- dejándose, a sus familias
tonces el pan escaseaba, ya que Al otro día, todos a misa, adorar sin saber sí volverán,
estaba racionado. Si no, había que al “niño” y a cantar villancicos. algún día, a reunirse
guardar algo de pan para hacer- Había un Belén con un simple y poderles abrazar.
las. ¡Esas sí que gustaban! portal, la Virgen, San José, el
Niño, el buey y la mula. En las Algunos a su destino
Compraba mi madre, para todas casas no se ponían ni el Belén ni no consiguieron llegar.
las fiestas, una tableta de turrón luces. No existía el árbol de Na- y ante tanto sacrificio
del duro y otra del tierno, que en- vidad, ni las modas de ahora. No deberíamos pensar.
tonces no existían tantas clases, o había dinero para ello. ¡Qué triste para esta gente
no las conocíamos. Luego, unos debe ser la Navidad!
higos, uvas pasas, alguna almen- Pero, ¡qué recuerdos más dulces y
dra (no recuerdo si existían los cariñosos! Se guardan en la men- Anita Serra Guerreo
polvorones). te de los mayores. A mis hijos ya Carcaixent (Valencia)
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