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naje con el que sus compañeros de   “monos” de Mingote, y sin faltar   cer compañía a Groucho (Marx y
          arte le habían querido sorprender   un solo día a su cita hasta hoy.   otros). Allí estaba Kalikatres, con
          en su 90 cumpleaños, Academia     ¿Un chiste?, no, mucho más. Algo   ayuda, pero estuvo. Los había ma-
          del Humor (PGarcía, su presiden-  que mueve nuestras conciencias,   yores, supervivientes como él; pe-
          te, y Merce Oteiza en la tramoya)   nos hace refl exionar, nos obliga a   ro también los más jóvenes, como
          y Ayuntamiento de Madrid me-      sonreir y logra desdramatizar la   Gallego y Rey entre otros, sumán-
          diantes.                          crudeza con la que la realidad, ya   dose al homenaje y a la exposi-
                                            del país o más carnal, se suma al   ción (porque exposición hubo y
          Orfebrería pura                   café y churros con los que se desa-  ¡cómo!).
                                            yunan tantos y tantos lectores y/o
          A sus nueve décadas de vida y su   admiradores. Orfebrería pura.    Y en medio del lío, una troupe de
          ración de humor diario en las pá-                                   admiradores y seguidores del no-
          ginas de su periódico, desde hace   Todo el mundo quiso estar. Los   nagenario humorista y académi-
          ya tantos años que nadie alcanza-  que estuvieron y los que no, por-  co, felicitado y asediado hasta la
          ría a entender el “ABC” sin los   que se fueron, tiempo atrás, a ha-  extenuación, con el abigarramien-
                                                                              to de cámaras, fl ashes y esos ne-
                                                                              gros artefactos (micros) de los de
                                                                              las teles. Una jornada intensa, a
                                                                              recordar –Mingote era un hombre
                                                                              felíz–, agotadora también, en la
                                                                              que el único ausente fue el “cana-
                                                                              pé y vino español” –¡ni falta que
                                                                              hicieron!– por aquello de la crisis.

                                                                              Homenaje y exposición

                                                                              Precisamente la Academia del
                                                                              Humor (ahora bajo la batuta del
                                                                              ínclito PGarcía), la Generalitat Va-
                                                                              lenciana, Biblioteca idem incluida,
                                                                              trajeron a Madrid está exposición
                                                                              al Museo de La Ciudad madrileño,
                                                                              tras el éxito vivido de febrero a ju-
                                                                              nio últimos en la capital levantina.

                                                                              Y claro está, la muestra madrileña,
                                                                              apoyada por el Ayuntamiento de la
                                                                              capita del Turia. Junto a su inaugu-
                                                                              ración, se hizo coincidir el acto de
                                                                              homenaje a Mingote, para que los
                                                                              madrileños pudiéramos disfrutar
                                                                              también, tanto de sus viñetas, una
                                                                              proyección en vídeo ad-hod, y de
                                                                              una selección de cuadros y libros
                                                                              realizados por el genial Don Anto-
         Mingote el día de su homenaje con algunos de los asistentes al acto.  nio, en plan retrospectivo, muestra

                                                                                               Más activos 41



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