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“Giuseppe Levi y yo trabajamos
incansablemente en mi minúsculo
laboratorio, dedicados a estudiar día y
noche los efectos de la extirpación e
injertos de miembros, sobre el desa-
rrollo del sistema nervioso en embrio-
nes de pollo. Nuestro objetivo era
determinar los respectivos roles de los
factores intrínsecos, es decir, genéti-
cos, y de los extrínsecos o ambienta-
les, en la diferenciación de los centros
nerviosos, tras la enervación de teji-
dos periféricos”.
“Los resultados de aquellos estu-
dios no fueron publicados por las
revistas científicas italianas a causa
de las leyes raciales, y eso fue una
suerte ya que, a la larga, evitó que
cayeran en el olvido. Fueron en cam-
bio publicados en una conocida revis- Su reciente estancia en Madrid, una oportunidad para repasar su amplio y reconocido historial
ta científica belga”. vital y científico.
En junio de 1940, con la declara-
ción de guerra, comenzaron los bom- mino de apoptosis, es decir, muerte “La liberación de Florencia en
bardeos sobre las ciudades italianas. celular programada”. agosto de ese año supuso el final de la
Siguió la evacuación masiva de las “La caída del fascismo y la declara- larga pesadilla. Por fin en posesión de
más castigadas, y entre ellas Turín, ción de un armisticio por parte del mi documento de identidad auténtico,
gran centro industrial. Junto a su general Badoglio, abrieron las puertas me presenté en el cuartel general
madre, su hermano y su hermana (“mi a la invasión de las hordas nazis y die- anglo-americano y fui contratada
padre había fallecido en 1932”), se ron comienzo a la feroz persecución, como médico, para ocuparme de las
trasladaron a una colina en la zona de deportación y exterminio en masa de personas que eran evacuadas en gran
Asti, donde continuó sus investigacio- la exigua población israelita presente, cantidad desde las regiones apeninas
nes en otro laboratorio casero (“esta desde hacía siglos, en Italia. Junto a de la línea gótica, en las que todavía
vez colocado en la cocina”) y, entre mi familia encontré refugio en Floren- rugía la guerra”.
dificultades de todo tipo, hasta sep- cia bajo una falsa identidad”. “Esta fue mi última y más dolorosa
tiembre de 1943. El invierno y la primavera de 1944 experiencia médica: los prófugos lle-
“En aquel laboratorio, propio de estuvieron marcados por los contac- gaban al límite de sus fuerzas en
Robinson Crusoe, descubrí el proceso tos asiduos con los amigos partisanos, camiones militares, que transporta-
de la muerte de enteras poblaciones activos en el partido de acción, y en la ban noche y día su dolorosa mercan-
nerviosas en las fases iniciales de su preparación de documentos de identi- cía humana, hasta los cuarteles trans-
desarrollo, fenómeno que describí dad falsos para aquellos que no tení- formados en hospitales”.
detalladamente. Solo tres décadas an, mientras, al mismo tiempo, Rita Con el final de la guerra en abril de
más tarde (1972) este proceso sería revisaba junto a Giuseppe Levi su 1945 Giuseppe Levi fue reintegrado a
definido por otros autores con el tér- monumental tratado de histología. su Cátedra de Anatomía de Turín y
“El único momento de mi vida en el que ser mujer me pare-
ció una desagradable realidad, fue cuando mi padre decidió
que no fuera a la universidad”
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