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Reportaje EL SEISCIENTOS CUMPLE CINCUENTA AÑOS
“EL 600 ES UNO MÁS DE LA FAMILIA”
aprendimos a conducir: mi primera vez la nieve. Subimos a
madre, mi hermano, mi novia Sierra Nevada y pudimos sentir su
–hoy mi mujer– y yo mismo, tan textura.
pronto como cumplí los 18 años.
Nuestro coche también sirvió
No es una demagogia decir que muchas veces como “coche de
con él viajamos a todas partes. asistencias”. Mi padre tenía una
Recuerdo aquellos viajes de empresa de transportes que en la
domingo a la playa de Matalasca- actualidad todavía existe, Trans-
ñas o la playa de Mazagón en portes Tavallo. En muchas ocasio-
Huelva. Aquellas salidas consti- nes, los camiones se averiaban
tuían una aventura a la que iba- cerca de Sevilla y mi padre lleva-
mos provistos con la sombrilla, el ba a dos o tres mecánicos, las
Jesús Tavallo, presidente canasto con la comida, las sillas piezas de recambios, las herra-
de Amigos del SEAT600 de Sevilla plegables, la nevera... mientas, todo dentro del “seis-
cientos”. A pie de carretera se
n junio de 1965, tras seis Como si viviéramos una aventura arreglaba la avería y el camión
meses de larga espera, llegó en el desierto a veces nos quedá- podía seguir la ruta hacia Valen-
Eel “seiscientos” a la familia bamos atascados en los arenales cia o Bilbao y mi padre regresar
Tavallo. El primer utilitario de la de la playa y para poder salir mi con los mecánicos a Sevilla.
familia fue azul hasta su matricu- padre ponía ramas debajo de las
la es bonita: SE-89789. ruedas y nosotros empujábamos Para la familia Tavallo, el seis-
para poder desatascarlo. cientos ha servido para hacer
Su precio aproximado fue de turismo, amigos y amigas, apren-
65.000 pesetas de las de antes. Aunque la capacidad del maletero der a conducir, aprender mecáni-
Adquirirlo fue todo un sacrificio era pequeña, con paciencia e ca, descubrir otros paisajes, visi-
económico; por aquel entonces un imaginación transportábamos, tar a los familiares...
conductor de camión ganaba seis sobre la baca del coche, bicicle-
mil o siete mil pesetas al mes. tas, sillas y cuanto fuera menes- “Cogiamos el coche los fines de
ter. En ocasiones, a bordo del semana. Los sábados para visitar
Nuestro utilitario se convirtió en seiscientos llegamos a viajar has- a los abuelos y los domingos para
el quinto miembro de la familia. ta siete personas: delante dos salir a la playa o al campo. Nos
En las fotografías familiares apa- adultos y cinco niños detrás. encantaba llegar a algún campo
recemos los cuatro junto a nues- que tuviese alguna fuente o río y
tro “seiscientos”. A bordo del seiscientos, los cua- coger unos cubos de agua para
tro miembros de la familia viajá- limpiar el coche por dentro y por
Cariñosamente le llamamos “sei- bamos sin prisas y llegábamos a fuera”.
ta”, a bordo de él recorrimos todas partes: visitamos Toledo,
muchos kilómetros, disfrutamos Madrid, Segovia... Con los años hemos adquirido
de muchas salidas campestres y Gracias al “seiscientos” vimos por otros coches pero seguimos con-
10 Sesenta y más