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mado adopta elementos que incen-
tivan la prolongación de la vida
laboral, al tiempo que establece
modificaciones en las jubilaciones
parciales, anticipadas y las presta-
ciones por incapacidad.
Con el objetivo de poner las
bases que garanticen el equilibrio
económico-financiero del Sistema
de la Seguridad Social más allá del
2015, el Gobierno y los agentes
sociales han alcanzado, después de
varios meses de intensas negocia-
ciones, un acuerdo de gran alcance
sobre la reforma del sistema públi-
co de pensiones que establece una
serie de mejoras al tiempo que ase-
guran la solidez del sistema.
El texto de reforma incorpora
diversos elementos que tienen en
cuenta la actual realidad demográ-
fica, social y económica española;
y, además, la reforma prepara al
Sistema a la hora de afrontar los
retos de futuro.
Entre los aspectos más destaca-
bles del acuerdo se encuentran el
compromiso del Gobierno de asu-
mir, con cargo a los impuestos, la
financiación de los complementos
a mínimos de las pensiones contri-
butivas y la modificación de las
condiciones para acceder a una
pensión de incapacidad permanen-
te. Por otro lado, se anuncian
modificaciones en la Ley que regu-
la el Fondo de Reserva y se esta-
blece una nueva tarifa de cotiza-
ción por accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales que
entrará en vigor el próximo año.
Con todo ello el texto de reforma
acordado por el Gobierno y los
agentes sociales contiene modifica-
ciones específicas en materia de
jubilación, incapacidad permanen-
te, muerte, supervivencia e incapa-
cidad temporal, incentivación de la
prolongación voluntaria de la vida
La reforma garantiza el equilibrio
económico-financiero del Sistema
laboral y racionalización y simplifi- da con otra de la que el fallecido
cación de la estructura del sistema
con la integración de nuevos colec-
tivos en el Régimen General.
Las adaptaciones más importan-
tes recogidas en el texto de reforma
de la Seguridad Social son:
PENSIÓN DE VIUDEDAD
Las pensiones de viudedad se
adaptan a la nueva realidad social.
De esta manera en este apartado la
reforma incide más en la regulación
sustantiva de los beneficiarios y en
recuperar su carácter de renta de
sustitución. La prestación, que
cobran 2,2 millones de personas,
se amplía al colectivo de las pare-
jas de hecho que, según el acuerdo
“precisarán la constatación de con-
vivencia mutua, estable y notoria,
durante un período amplio, a deter-
minar en el desarrollo del Acuer-
do”. En el caso de que haya hijos,
se precisará, además, que se acre-
dite dependencia económica en
más del 50% de los ingresos del
fallecido, porcentaje que se eleva al cotizar 5.475 días efectivos (15
75% cuando no hay descendencia.
En caso de matrimonio, acceder
a la pensión de viudedad exigirá un
período de convivencia de dos años
(requisito que hasta ahora no exis-
tía) o la existencia de hijos en
común con derecho a pensión de
orfandad. Si no se acredita ese
período y no existen hijos con dere-
cho a la prestación de orfandad, se
concederá una pensión temporal
con una duración equivalente al
tiempo de convivencia.
En los supuestos de distribución
de la pensión entre la persona viu-
había sido cónyuge, se garantiza a
la primera el 50% de la pensión. Y
para los nacidos a partir de 1 de
enero de 1967, se reformulará la
pensión de viudedad dentro de la
Comisión no Permanente del Pacto
de Toledo.
ORFANDAD
La atribución del porcentaje del
70% en la pensión de viudedad, en
los supuestos de menores rentas,
no irá en detrimento de la cuantía
de las pensiones de orfandad, que
tendrán una mejora progresiva en el
caso de beneficiarios menores de
18 años con una discapacidad de al
menos el 65%.
PENSIÓN DE JUBILACIÓN
Uno de los aspectos fundamenta-
les es que la reforma trata de
incentivar la contributividad al Sis-
tema. Así, para tener derecho a una
pensión de jubilación habrá que
años) frente a los 4.700 días actua-
les. El incremento se llevará a cabo
a lo largo de cinco años en los que
de manera progresiva, desaparecen
los conocidos como “días cuota”.
La jubilación parcial se equipara
en requisitos a la jubilación antici-
pada. En la actualidad, jubilarse
mediante esa fórmula permite a los
trabajadores abandonar en parte el
trabajo si tienen 60 años, 15 coti-
zados y si la empresa contrata un
relevista. Esta forma de retirada,
que cuesta a la Seguridad Social
8.000 millones de euros (cada una
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