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Cultura Arte
Carnavales: tiempo de humor y crítica
al Miércoles de Ceniza, cuando tal liberación no es tan acentuada, si días, con el fin de gastar bromas en
comienza la Cuaresma en el Calenda- bien las comparsas continúan bus- los lugares públicos. Más tarde, en
rio Cristiano. cando la crítica y el escarnio contra 1523, Carlos I dictó una lay prohi-
Sobre el término “carnaval” se los políticos, los personajes de la biendo las máscaras y enmascara-
supone que proviene del latín medie- sociedad o contra los acontecimientos dos. Del mismo modo, Felipe II tam-
val “caarnelevarium”, que significa vividos en el año. La fiesta de la locu- bién llevó a cabo una prohibición
“quitar la carne”, al referirse a la ra por excelencia sigue rompiendo los sobre máscaras. Fue Felipe IV, quien
prohibición religiosa de consumo de tabúes sociales con fuertes dosis de restauró su esplendor.
carne durante los cuarenta días, que exaltación vitalista.
es lo que dura la Cuaresma, previa a Fuera de grupos, comparsas organi- EL CARNAVAL HOY
la Semana Santa. zadas y desfiles, son muchos los que
En la Edad Media, tan inflexible en optan por el disfraz individual. Desde Hoy en día, hay lugares célebres
los ayunos , abstinencias y cuares- la máscara confeccionada durante por sus festejos tradicionales y espec-
mas, llegando incluso a la persecu- meses hasta el arreglo de última hora, taculares, que atraen al turista y al
ción de quienes no seguían o respeta- son muchos los que disfrutan inter- amante de las costumbres de cada
ba las normas religiosas, renació sin pretando un papel distinto al suyo por sitio, como lo son el Carnaval de Río,
embargo el Carnaval, tradición que se lo menos por un día. Hombres disfra- el de Santa Cruz de Tenerife, el de
mantiene aún hoy en muchos lugares zados de mujeres, viejos, drag-que- Oruro en Bolivia, el de Corrientes en
del mundo. En esta época, se sabe ens…, nadie quiere perder la oportu- Argentina y el de República Domini-
que el Carnaval se hacía celebrar con nidad de convertirse en un ser distin- cana, con sus distintas expresiones,
juegos, banquetes, bailes y diverti- to por unas horas, el placer de hacer desde el Vegano hasta el de Santo
mentos varios, eso sí, con mucha lo que se quiera sin ser juzgado por Domingo. Se celebra en los distintos
comida a la que se hacía regar con nadie: el personaje que siempre se lugares de formas similares, pues
vino en abundancia, para afrontar la admiró, un monstruo, o una rubia de siempre se presencian desfiles de
abstinencia que se les venía encima largas piernas. Da igual. El caso es carrozas, comparsas formadas por
–por Cuaresma– con el cuerpo prepa- sentirse diferente durante unos días al grupos de máscaras o bailarines vesti-
rado y fortalecido… año; la liberación momentánea de la dos con un mismo estilo que caracte-
actitud que todos los días tenemos riza a cada una de ellas, máscaras
TODO POR LA DIVERSIÓN que mantener. representando a distintos personajes
En la Edad Media, tan inflexible reales o alegóricos, así como bailes de
Todo por la diversión. Los carnava- en los ayunos, abstinencias y cuares- disfraces y diversión con cotillón, típi-
les urbanos, marcados por los desfiles mas, y con persecuciones a quienes co de estas fechas.
de comparsas y grandes bailes en no respetaban las normas religiosas, En algunos lugares se estila que
salas de fiestas, poco tienen que ver sin embargo, renació el carnaval y se las máscaras persigan a los paseantes
con aquellos carnavales de aldea en continuó la tradición hasta la actua- con vejigas que se utilizan para asus-
los que, de lo que se trataba, era de lidad, en muchos lugares del mundo. tar, dar golpes no demasiado fuertes,
divertirse con propios y extraños. El En esta época, se celebraba con jue- o hacer reír; en otros lugares es típi-
mundo cerrado de las parroquias rura- gos, banquetes, bailes y diversiones co el uso de serpentinas, papel pica-
les perdía durante un tiempo sus en general, con mucha comida y do, espuma molesta, y hasta mojar
férreas reglas sociales y la mentira. mucha bebida, con el objeto de con agua, en pomos, globos y reci-
Los juegos se teñían de connotaciones enfrentar la abstinencia con el cuer- pientes.
sexuales, engaños convirtiéndose en po bien fortalecido y preparado. En
toda la realidad posible. Una realidad la España de la época de la Conquis- EL ENTIERRO DE LA SARDINA
en la que la gente, escondida tras las ta y la Colonia, ya era costumbre
máscaras, tal vez no actuaba como durante el reinado de los Reyes Cató- El Entierro de la Sardina es una
otra, si no como sí misma. Hoy en día, licos disfrazarse en determinados manifestación de gran participación
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