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Opinión
ÁNGEL LAS NAVAS PAGÁN / PERIODISTA
La edad de oro Con ser estas citadas actividades muy sig-
en el siglo XXI nificativas para el mayor en su nueva situa-
ción de jubilado, se ha descubierto para éste
En la pasada centuria, particular- (hombre o mujer) una relevante tarea de gran
mente en su segunda mitad, se importancia social: la del voluntariado, que
ha originado un trascendente viene a llenar muchos e importantes huecos
cambio en la forma de pensar de en la sociedad de hoy a nivel internacional.
la sociedad respecto a los mayo- En efecto, el mayor (aparte de su formación
res y de éstos en su nueva situa- cultural, científica y técnica), es un millona-
ción de jubilados de sus respectivas profe- rio de experiencia, sabiduría, conocimientos
siones. de todas clases, aprecia los acontecimientos
y encrucijadas que, continuamente, están
El concepto que se tenía antes cuando el sucediendo en el mundo con serenidad y
hombre y la mujer terminaban su vida activa objetividad de juicio, dando ideas clave para
como profesionales, era que estaban oficial solucionar los graves problemas, que, por
y prácticamente acabados y que su destino todas partes, acosan a las poblaciones de los
como pensionista era el retiro total de sus diversos países de la Tierra. O sea, que los
anteriores ocupaciones y de otras que pudie- mayores pueden ser excelentes consejeros de
ran surgir. los políticos de cualquier latitud, así como de
los grandes directivos de empresa del mundo
La actual Medicina con sus adelantos, económico-financiero, si tienen experiencia
descubrimientos y nuevos tratamientos ha en este campo; como, asimismo, de todos los
alargado considerablemente la vida humana proyectos y realizaciones de importantes enti-
en condiciones bastante favorables de salud. dades de carácter social, educativo y cultural.
Lo que permite a la persona que ha pasado Pensemos en el elevado número de personas
de los sesenta y cinco e, incluso, de los muy preparadas que pasan todos los años a la
setenta años, hallarse mental y físicamente jubilación.
en unas circunstancias muy propicias para
realizar dentro de la prudencia, un amplio La Edad de Oro bien aprovechada puede
abanico de muy diversas actividades tales ser utilísima en el mundo de hoy. Pues,
como estudiar carreras universitarias, que reúne todas las cualidades para que sus
antes no pudo hacer; dar clases; ejecutar miembros puedan ser magníficos benefacto-
toda clase de prácticas artísticas y deporti- res de la Humanidad. Ahí están una multi-
vas (estas últimas con la debida modera- tud de voluntarios de esta Edad que, encua-
ción); vivir ampliamente el ideal del drados en muy diversas y numerosas ONG,
Turismo, que es uno de los mayores alicien- prestan en muchos países importantes servi-
tes que existen; disfrutar de animada vida cios de asistencia, colaboración, ayuda y
social y familiar, que antes carecían de tiem- socorro a los necesitados por distintos moti-
po para ello; poder dedicarse con tranquili- vos, junto con los voluntarios de Cruz Roja y
dad a la lectura, que es una de las mejores los de asociaciones de la Iglesia Católica
distracciones y fuentes de saber; participar como Caritas. También desempeñan trabajos
en entretenidas tertulias familiares, de ami- como guías en los muy variados museos de
gos y literarias; hacer trabajos de afición nuestras ciudades, contribuyendo eficaz-
personal en casa; asistir a espectáculos mente a la Cultura.
deportivos y públicos; visitar museos y expo-
siciones... La persona de la Tercera Edad tiene ante
sí con el voluntariado un espléndido camino
de provechosas actividades, que la hacen
rejuvenecer y sentir nuevas ilusiones con
hondas satisfacciones y anhelos cumplidos.
66 Sesenta y más
ÁNGEL LAS NAVAS PAGÁN / PERIODISTA
La edad de oro Con ser estas citadas actividades muy sig-
en el siglo XXI nificativas para el mayor en su nueva situa-
ción de jubilado, se ha descubierto para éste
En la pasada centuria, particular- (hombre o mujer) una relevante tarea de gran
mente en su segunda mitad, se importancia social: la del voluntariado, que
ha originado un trascendente viene a llenar muchos e importantes huecos
cambio en la forma de pensar de en la sociedad de hoy a nivel internacional.
la sociedad respecto a los mayo- En efecto, el mayor (aparte de su formación
res y de éstos en su nueva situa- cultural, científica y técnica), es un millona-
ción de jubilados de sus respectivas profe- rio de experiencia, sabiduría, conocimientos
siones. de todas clases, aprecia los acontecimientos
y encrucijadas que, continuamente, están
El concepto que se tenía antes cuando el sucediendo en el mundo con serenidad y
hombre y la mujer terminaban su vida activa objetividad de juicio, dando ideas clave para
como profesionales, era que estaban oficial solucionar los graves problemas, que, por
y prácticamente acabados y que su destino todas partes, acosan a las poblaciones de los
como pensionista era el retiro total de sus diversos países de la Tierra. O sea, que los
anteriores ocupaciones y de otras que pudie- mayores pueden ser excelentes consejeros de
ran surgir. los políticos de cualquier latitud, así como de
los grandes directivos de empresa del mundo
La actual Medicina con sus adelantos, económico-financiero, si tienen experiencia
descubrimientos y nuevos tratamientos ha en este campo; como, asimismo, de todos los
alargado considerablemente la vida humana proyectos y realizaciones de importantes enti-
en condiciones bastante favorables de salud. dades de carácter social, educativo y cultural.
Lo que permite a la persona que ha pasado Pensemos en el elevado número de personas
de los sesenta y cinco e, incluso, de los muy preparadas que pasan todos los años a la
setenta años, hallarse mental y físicamente jubilación.
en unas circunstancias muy propicias para
realizar dentro de la prudencia, un amplio La Edad de Oro bien aprovechada puede
abanico de muy diversas actividades tales ser utilísima en el mundo de hoy. Pues,
como estudiar carreras universitarias, que reúne todas las cualidades para que sus
antes no pudo hacer; dar clases; ejecutar miembros puedan ser magníficos benefacto-
toda clase de prácticas artísticas y deporti- res de la Humanidad. Ahí están una multi-
vas (estas últimas con la debida modera- tud de voluntarios de esta Edad que, encua-
ción); vivir ampliamente el ideal del drados en muy diversas y numerosas ONG,
Turismo, que es uno de los mayores alicien- prestan en muchos países importantes servi-
tes que existen; disfrutar de animada vida cios de asistencia, colaboración, ayuda y
social y familiar, que antes carecían de tiem- socorro a los necesitados por distintos moti-
po para ello; poder dedicarse con tranquili- vos, junto con los voluntarios de Cruz Roja y
dad a la lectura, que es una de las mejores los de asociaciones de la Iglesia Católica
distracciones y fuentes de saber; participar como Caritas. También desempeñan trabajos
en entretenidas tertulias familiares, de ami- como guías en los muy variados museos de
gos y literarias; hacer trabajos de afición nuestras ciudades, contribuyendo eficaz-
personal en casa; asistir a espectáculos mente a la Cultura.
deportivos y públicos; visitar museos y expo-
siciones... La persona de la Tercera Edad tiene ante
sí con el voluntariado un espléndido camino
de provechosas actividades, que la hacen
rejuvenecer y sentir nuevas ilusiones con
hondas satisfacciones y anhelos cumplidos.
66 Sesenta y más