Page 18 - Revista Autonomía Personal. Número 12, abril de 2014
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E NT R EV I ST A
Ana Martos
Rubio
Ana Martos se encontró entre las nuevas tecnologías de la manera más
natural, sin la presión del entorno y la exigencia de una sociedad que se
movía entre la banda ancha del conocimiento y la curiosidad. ¿Barreras a mí?
Pensó. Esta psicóloga, profesora, escritora… sentía la necesidad de divulgar un
conocimiento, que sobre todo entre las personas mayores, sigue siendo un gran
“desconocido” capaz de atrapar al mundo con el sonido de un clic.
A MADRID/Miguel Núñez Bellona Martos intenta “acer- Lo más difícil es asimilar lo que un día me
car las nuevas tecnologías enseñó un profesor: “¡Que no se rompe, Ana,
a aquellos que no saben no tengas miedo al tocar las teclas!” Las personas
nada”. Lo hace de una mayores tienen miedo de estropear algo tangible
forma sencilla, poniéndose como la informática. Si el ordenador se bloquea,
en el lugar del lector que
una vez fue. La edad no
importa, “aprendí informá- lo que les recomiendo es que lo desenchufen,
tica con cuarenta años”. En cualquiera de sus hay que pensar que es como una plancha. Es mi
libros, Excel 2013, Word, Internet o Twitter para consejo para que sepan que el ordenador no es
Mayores, deja el mismo mensaje que un día le más que un tonto muy rápido. Otro mensaje que
enseñó su profesor: “¡Pero no tengas miedo, que quiero transmitir es que somos seres humanos
no se rompe!”, mientras toqueteaba sin cesar que no podemos dejarnos dominar por las nue-
las teclas de un ordenador. Así lleva casi diez vas tecnologías. Los programas deben de hacer lo
años, sin cambiar las teclas del ordenador pero que tú quieras.
sí el concepto, el off por el apagado, el input por
entrada, el mouse por el ratón o el downloading
por descargar. “No creo que los mayores queden
desplazados si no utilizan las nuevas tecnologías, No deben leerse; una amiga que tengo –y que
pero creo que se perderán algo muy importante, tiene 83 años– me decía que había leído uno
y es el tiempo que estamos viviendo”, asegura. de mis libros y que no había entendido nada.
18 utonomía
Ana Martos
Rubio
Ana Martos se encontró entre las nuevas tecnologías de la manera más
natural, sin la presión del entorno y la exigencia de una sociedad que se
movía entre la banda ancha del conocimiento y la curiosidad. ¿Barreras a mí?
Pensó. Esta psicóloga, profesora, escritora… sentía la necesidad de divulgar un
conocimiento, que sobre todo entre las personas mayores, sigue siendo un gran
“desconocido” capaz de atrapar al mundo con el sonido de un clic.
A MADRID/Miguel Núñez Bellona Martos intenta “acer- Lo más difícil es asimilar lo que un día me
car las nuevas tecnologías enseñó un profesor: “¡Que no se rompe, Ana,
a aquellos que no saben no tengas miedo al tocar las teclas!” Las personas
nada”. Lo hace de una mayores tienen miedo de estropear algo tangible
forma sencilla, poniéndose como la informática. Si el ordenador se bloquea,
en el lugar del lector que
una vez fue. La edad no
importa, “aprendí informá- lo que les recomiendo es que lo desenchufen,
tica con cuarenta años”. En cualquiera de sus hay que pensar que es como una plancha. Es mi
libros, Excel 2013, Word, Internet o Twitter para consejo para que sepan que el ordenador no es
Mayores, deja el mismo mensaje que un día le más que un tonto muy rápido. Otro mensaje que
enseñó su profesor: “¡Pero no tengas miedo, que quiero transmitir es que somos seres humanos
no se rompe!”, mientras toqueteaba sin cesar que no podemos dejarnos dominar por las nue-
las teclas de un ordenador. Así lleva casi diez vas tecnologías. Los programas deben de hacer lo
años, sin cambiar las teclas del ordenador pero que tú quieras.
sí el concepto, el off por el apagado, el input por
entrada, el mouse por el ratón o el downloading
por descargar. “No creo que los mayores queden
desplazados si no utilizan las nuevas tecnologías, No deben leerse; una amiga que tengo –y que
pero creo que se perderán algo muy importante, tiene 83 años– me decía que había leído uno
y es el tiempo que estamos viviendo”, asegura. de mis libros y que no había entendido nada.
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