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verdaderas barreras del aprendizaje: el propio currículum ordinario; los objetivos y las formas
de presentarlos al alumno, los materiales que les ofrecemos, la organización de los espacios
escolares en que los acogemos, las aulas que mediatizan el trabajo, los métodos,… Y así, los
límites y condicionantes del éxito escolar dejan de estar en el propio alumno (léase etiquetas
de alumnos con necesidades educativas especiales -ACNEE-) para situarse en la forma en
que entendemos y organizamos el proceso enseñanza aprendizaje.
El Diseño Universal del Aprendizaje empieza a tomar forma en los años 90 promovido
por la visión innovadora del Centro de Tecnología Especial Aplicada (CAST) fundado en
EEUU en 1984. Centro con reconocimiento internacional por su fuerte compromiso con el
logro de las oportunidades educativas para todos.
El Diseño Universal del Aprendizaje es un conjunto de principios, basados en la
investigación y en los hallazgos científicos sobre el proceso de aprendizaje, orientados al
diseño de entornos de aprendizaje accesible y efectivo para todos y que permitan reducir las
barreras de acceso al curriculum y a los aprendizajes. Convirtiéndose en una herramienta
para facilitar la presencia, participación y éxito de todos alumnos.
Se apoya en tres principios claves que responden al QUÉ, al CÓMO y al POR QUÉ del
aprendizaje.
Principio I. Ofrecer múltiples recursos y medios de representación (el qué del
aprendizaje), si los alumnos comprenden, acceden y perciben la información de diferentes
formas, también han de ser variadas las formas en que se presenten los contenidos de
aprendizaje.
Principio II. Ofrecer múltiples medios de acción y expresión (el cómo del aprendizaje)
que faciliten a los alumnos alternativas para demostrar lo que saben; y proporcionen
opciones para la interacción física, con diversas tecnologías y herramientas de apoyo,
opciones para la expresión y la comunicación y opciones para las funciones ejecutivas.
Principio III. Ofrecer múltiples formas de implicación (el por qué del aprendizaje),
proporcionando recursos para aprovechar los intereses y afrontar las diferentes formas de
compromiso y motivación hacia el aprendizaje, ofreciendo retos ajustados a cada uno y
contemplando el factor afectivo y emocional del aprendizaje.
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