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Esperanza López, pasión por las matemática: “La sorpresa es lo bueno de vivir”

































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                                                  Juan, de 10 años, escucha atentamente las explicaciones de Esperanza.


          una experiencia distinta a las que   Hoy, con algunos años más a    Esperanza sí son divertidos y le
          he tenido, pero muy interesante y   cuestas siguen brillándole los   tiene menos miedo al año que vie-
          enriquecedora, porque al ser tan   ojos cuando habla de sus grandes   ne, cuando pase al instituto para
          jóvenes tienen una gran capaci-   pasiones: la enseñanza y las ma-  hacer 1º de ESO.
          dad de aprender y eso me permite   temáticas: “me han ido gustando
          a mí aprender de ellos a la vez”.  cada vez más ambas cosas, lo úni-  Este curso, comparten aula desde
                                            co que en ocasiones he echado en   segundo de primaria hasta sex-
          Hija de maestro, Esperanza es     falta ha sido el trabajo en equipo”  to. Trabajan por grupos, según el
          una mujer atípica en su tiempo,                                     ciclo, pero todo es heterogéneo.
          aunque como ella bien matiza no   Las herramientas con las que lle-  Una de las cosas que a Esperanza
          “excepcional”. Dudó entre ser     ga cada día a las clases extraesco-  le parece muy importante y que
          ingeniera agrónoma o matemá-      lares de los dos colegios públicos   practican con asiduidad es que los
          tica, pero al fi nal se decantó por   en los que trabaja son dominós,   mayores tengan parte activa en la
          Ciencias Exactas; para ello tuvo   fi chas de parchís, dados, botones,   clase ayudando a los más peque-
          que alejarse de su Bilbao natal   espejitos y un saco lleno de imagi-  ños a resolver los juegos, adaptan-
          hasta Madrid. “En mi promo-       nación e ilusión.                 do su experiencia a la edad y ca-
          ción éramos seis o siete las muje-                                  pacidad de cada escolar; pero no
          res que estudiábamos Exactas y    Bea S. a los ocho años decidió    son siempre los mayores quienes
          la verdad no nos sentíamos nada   que odiaba las matemáticas. Las   resuelven siempre las claves, en al-
          especial por ello”, recuerda Espe-  tablas le aburrían y las cuentas   guna ocasión han sido los más pe-
          ranza. Asegura que conciliar su   le parecían un rollo. Dos años    ques quienes han dado con ellas.
          vida familiar y profesional no le   después de conocer a Esperanza
          resulto demasiado difícil “lo bue-  y asistir a sus clases de matemá-  Alejandra E., está en cuarto, y
          no era que tenía el horario com-  ticas divertidas ha cambiado de   es una apasionada de las mate-
          patible con el de mis hijos, pero la   idea, aunque tiene claro que “las   máticas. “A mí sí me gustan, me
          verdad es que ahora que sí tengo   mates me gustan menos que len-   lo paso bien”. Nuria N., de ocho
          más tiempo veo que he perdido     gua o conocimiento del medio”,    años, afi rma algo parecido:”A mí
          ocasiones para hacer más cosas”.  sabe que los juegos que hace con   también me gustan, pero prefi ero

                                                                                         Más informados    53




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