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                  Elio Berhanyer con sus ayudantes en una sesión de trabajo.

                  treinta años, “como un verdadero       pos tan violentos. La muestra está    por la belleza de esa cultura. Después
                  acto de amor” hacia la Alhambra,       formada por cuarenta y cinco piezas   busqué como se suele hacer cuando
                  puedan ser admiradas después de        únicas, de incalculable valor, cuyos  sucede un nuevo descubrimiento,
                  exhibirse en el Museo del Traje de     colores –azules, verdes, rojos- se eli-  todo aquello que estaba relacionado
                  Madrid, donde fue madrina de la        gieron en base a los que ostenta la   con ese paraíso de los sentidos. Ense-
                  muestra, Carmen Calvo, ministra de     azulejería de la Alhambra.            guida llegué a una conclusión: tenía
                  Cultura, en el Museo de la Blonda                                            que ir a la Alhambra. Recuerdo que
                  y el Encaje de Almagro (Ciudad Real),  Sueño de una noche de verano          fue un día de verano del año 1975.
                  en el Palacio de la Merced de la                                             El día no lo puedo precisar. Era un
                  Diputación de Córdoba..., y finalizará  — ¿Por qué, entonces, Madrid y no    turista más y, cuando cerraron las
                  su andadura en Granada.                Andalucía como primera escala de esta  puertas, como una de tantas travesu-
                   “Nunca he pensado en venderlas; es    exposición itinerante?                ras de mi vida, me quedé dentro...,
                  más, mandé destruir los moldes.         Porque llevo cuarenta y ocho años    quería pasar la noche en aquel lugar
                  Aunque sea terrible decirlo, siempre   trabajando en Madrid, que me ha dado  mágico. Sé que confesarlo pública-
                  fueron joyas para mí mismo, para mi    todo el cariño. Y aquí han nacido mis  mente ahora, quizás me exima de
                  colección personal. De pronto, me      hijos...Después irán a mi tierra.     toda culpa.
                  han convencido que debía exponer-
                  las”, con el deseo de que “la cultura  — ¿Cómo ocurrió todo?                 — ¿Y qué recuerda?
                  sea un puente para que las civiliza-    Acababa de regresar de un viaje        La primera imagen que recuerdo,
                  ciones se entiendan”, en estos tiem-   a Marruecos, y quedé impresionado     y ahora que lo pienso bien la única,




                                                                                                           Sesenta y más 17
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