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E NT R EV I ST A

y siempre terminaba por contarlo a mis padres,
y ellos decían: “Menos mal que no lo sabíamos”.

¿Qué le inspira el vuelo de los pájaros, qué
aprendió contemplando desde pequeña sus
vuelos?

A los que hacemos vuelo sin motor los pája-
ros nos guían en muchas ocasiones. Por ejemplo,
un buitre alguna vez nos ha sacado de un apuro;
cuando en un velero no estás en una térmica,
que es una bolsa de aire caliente, desciendes y
entonces los ves allá lejos, planeando, y tratas de
agarrarte a la térmica en la que está el buitre.

¿Qué diferencia existe entre el vuelo de ese
buitre y el vuelo de un velero?

La diferencia está en que nosotros no tene-
mos los sensores que tienen los pájaros en sus
alas; nosotros notamos las térmicas en los movi-
mientos del aparato, mirando los instrumentos
de vuelo sabemos si estamos en una térmica o
no; con el tiempo se aprende a interpretar los
movimientos del avión.

¿Qué es volar a vela?

Es la expresión completa de felicidad: la
libertad que siento volando no la he sentido en
ningún otro lugar. La manera más pura de volar, pdma“rleVoaqolvnuolieialstainedpdcdarotoóodrnb,enlinnecomaiutsdaen”esabdcuae rerrderaass
porque imitas literalmente a los pájaros. Si ves un
pájaro que vuela en círculos y no mueve las alas, ¿Cómo fue el recibimiento?
sabes que vuela en térmica, que se va elevando, Muy emocionante, pues además del regreso,
que se aleja de la tierra impulsado por una fuerza
de aire caliente. Eso mismo hacemos nosotros de volver a ver los aviones, mis amigos y compa-
En mayo de 2003 Elisabeth sufrió un acciden- ñeros que estaban allí me recibieron con mucho
te mientras practicaba lo que más le apasiona, cariño, muy contentos de verme de nuevo allí.
el vuelo sin motor. Algo falló en el mecanismo Me emocioné hasta las lágrimas.
que impulsaba el planeador. Su compañero
de vuelo salió ileso, pero ella quedó para-
pléjica. Estuvo seis meses en el Hospital de
Parapléjicos de Toledo.
¿Qué sintió en el momento del accidente?

No podía creerme que estuviera viva, pero se
me vino el mundo encima cuando me di cuen-
ta de que no sentía las piernas, que no podía
moverme.
¿Qué pasó para que un día decidiera ponerse ¿Cómo fue el proceso de volver a volar tras el
por montera ese mundo que se le vino encima? accidente?

Fueron unos momentos en los que pensé que Desde el primer momento sentí que no
podía mover las piernas, no vas a volver a mover-
no podía seguir así, hasta que a los tres meses del te como lo hacías antes. Pero yo quería volver a
accidente le pedí a un amigo que me llevara a volar, porque volar fue lo que siempre me hizo
Ocaña, al aeródromo. sentir más feliz.

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