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parciales o mosaicismo. Sin embargo,  el exceso o ausencia de uno de cualquiera de los otros

           22 cromosomas presentes en nuestras células, suele tener consecuencias devastadoras. De
           hecho se sabe que en cada una de las células femeninas (excepto en los óvulos) sólo está

           activado uno de los cromosomas X, siendo aleatorio el hecho de que sea el X materno o el X

           paterno.
                  Gracias a la tecnología  del ADN recombinante que ha hecho posible conocer la

           secuencia del ADN humano, sabemos de la organización de los genes en el cromosoma Y y
           de su historia evolutiva. El cromosoma Y es un recién llegado a nuestras células. El primer Y,

           padre  de los  actuales hombres, con los  conocimientos actuales, se cree que apareció
           aproximadamente  hace 340.000 años y  vivió en  alguna región  del centro-noroccidental de

           África.

                  Y surge posteriormente a nuestro cromosoma X por la pérdida de un segmento de otro
           cromosoma X que dio lugar a la  forma estructural del cromosoma Y. Comparado con el

           cromosoma X con 1850 genes,  Y  es más pequeño con apenas 458 genes.  A partir de
           muestras de grandes poblaciones, ya se ha secuenciado el cromosoma Y. Contiene genes

           activos y genes no funcionales que se asemejan a genes si funcionales en el cromosoma X.
           Los genes del cromosoma Y activos o funcionales se expresan en las células de los testículos

           casi en  exclusiva, son determinantes del sexo y la espermatogénesis. El cromosoma  Y  se

           podría resumir a dos genes activos relevantes para la determinación del sexo: SRY y Eif2S3y,
           que controlan la expresión de  otros genes. El gen llamado  SRY (produce la proteína

           denominada  TDF) localizado en el brazo corto del cromosoma  Y, es el responsable del

           desarrollo del testículo en el embrión. Así un embrión será femenino cuando no esté presente
           este gen del cromosoma Y. SRY lo que hace, es activar al gen Sox9 del cromosoma 17 que

           es quien se encarga realmente de la diferenciación testicular y el desarrollo esquelético. El
           gen Eif2S3y se precisa para la espermatogénesis, es decir, para que proliferen las células

           precursoras de los espermatozoides.
                  También se le adjudican otras responsabilidades a Y como las de ser determinante de

           las diferencias con las mujeres en la susceptibilidad a ciertas enfermedades, la tumorogénesis

           de las células germinales y el rechazo a injertos.












           Newsletter CREER Nº 88 Abril 2019                                                                                                                                                            ~ 2 ~
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