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de terciopelo y una vara de chonta que trabajar en la construcción de puentes, afrenta al símbolo ancestral de nobleza 61
simbolizaba su mando. caminos y otras obras civiles, lo que y autoridad.
Eran tiempos convulsos. El callejón recordaba la "mita de la plaza" de los
de Huaylas había sido asolado por tiempos coloniales. Rebelión de Huaraz
varios de los ejércitos de la guerra Los indígenas de la provincia recha-
con Chile, y los campesinos había sido zaron el pago de la contribución, fijada El 3 de marzo de 1885 los pobla-
reclutados para las tropas. La última en cuatro soles plata, que equivalían a dores decidieron rebelarse. Liderados
batalla contra los chilenos, la de Hua- veinte soles billete, única moneda que por Atusparia y Pedro Cochachin to-
machuco, se libró cerca de la región, y llegaba a sus manos. La imposición maron Huaraz luego de dos días de
a ella fueron a refugiarse varios heridos resultaba desmesurada. El 22 de fe- enfrentamientos contra la gendarmería,
y derrotados. Tras la firma de la Paz de brero de 1885, Noriega sacó un bando armados con piedras, machetes y picas.
Ancón, en octubre de 1883, se inició el concediendo un plazo de tres días para José Collazos (teniente gobernador)
enfrentamiento entre Miguel Iglesias y el pago de los dos soles de la primera conociendo que la desproporción del
Andrés Avelino Cáceres. Algunos ven semestralidad. Bajo la asesoría del abo- número de hombres era descomunal y
la rebelión de Atusparia como parte de gado Manuel Mosquera, antiguo pre- lo desfavorecía, huyó amparado por la
esta lucha, de la misma forma que la fecto cacerista, se redactó un memorial noche. Atusparia trató de controlar a
de Juan Bustamante, en 1867, se vio pidiendo una rebaja en el impuesto y la sus hombres, y evitó que se saquearan la
envuelta en la lucha civil entre Prado y suspensión de los trabajos de república. mayoría de propiedades, pero no pudo
Diez Canseco. Atusparia fue el encargado de dar la evitar que sus seguidores saquearan los
cara y presentar el documento. Cuando comercios de los chinos. Ya por la noche
Reivindicaciones campesinas los indígenas fueron requeridos para ir cercaron la ciudad con campamentos
a recoger paja para arreglar los techos en los cerros contiguos. El 4 de marzo
Al calor de esas guerras "de mistis" de las viviendas de Huaraz, Atusparia Atusparia estaba al mando de 8.000 in-
(de mestizos y criollos) se abrieron paso se negó a dar la orden. El Prefecto lo dividuos, con trescientos fusiles y toda
la pólvora del cuartel de Huaraz. La re-
las reivindicaciones campesinas. Así hizo apresar y lo sometió a tortura para belión se extendió a todos los pueblos
pasó en 1885. Huaraz había quedado que confesase quién era el verdadero del Callejón de Huaylas. En Yungay, los
controlada por las fuerzas de Miguel autor del memorial. Ante estos hechos, alzados liderados por Pedro Cochachin
Iglesias. Éste nombró a Francisco No- a finales de febrero los alcaldes acom- robaron 40 cajas de dinamita de una
riega como Prefecto del departamento. pañantes solicitaron que se liberase empresa minera y amenazaron con
Los vecinos se hallaban, sin embargo, a su líder y se enfrentaron al prefecto detonar Huaraz y Yungay si esta última
muy divididos entre caceristas e igle- encargado en ese momento: Javier ciudad no se rendía (los pobladores de
sistas. Francisco Noriega trató de ac- Collazos, quien ordena liberarlo, no sin Yungay defendieron la ciudad durante
tivar la cobranza de impuestos a fin de antes cortar sus trenzas y las de todos
poder realizar una labor de gobierno. sus seguidores. Esto constituía una casi un mes) la Guardia urbana rechazó
A los caceristas, entre quienes militaría
Atusparia, les supo a chicharrón de Atusparia se convirtió en una figura legendaria local.
sebo.
Entre los impuestos, el más impo-
pular (en la medida en que afectaba
al grueso de la población) era el de
la contribución personal. Había sido
instaurada por el régimen de Piérola
en diciembre de 1879, pero la guerra
había vuelto difícil su cobranza. Los
chilenos no habían tratado de levantar
el impuesto, optando por cobrar contri-
buciones sólo a las ciudades y a la po-
blación acomodada. Francisco Noriega
trató asimismo de restaurar los trabajos
ENLACE EN RED 31 ENLACE EN RED 31 comunales por las que los indios debían
de "república": una suerte de faenas