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| OPINIÓN

                                            A primera vista me pareció el título de una canción de amor. Lue-
                                            go comprobé que era algo más. “Cerca de ti” encerraba un senti-
                                            miento de amor, sí. Pero además toda una filosofía sobre una labor
                                            social y humanitaria puesta en práctica a través del Imserso, al
                                            servicio de los mayores que sienten ese “horror vacui” de la sole-
                                            dad. Ese vacío inmenso sin voces, sin hechos, sin ideas e incluso sin
                                            recuerdos. Apartados de la sociedad cuando las fuerzas comienzan
                  Cerca                     a fallar y parece que el mundo se nos viene encima. Entonces al-

                                            guien estará a nuestro lado, junto a nosotros, para acompañarnos
                    de ti                   con su ayuda. Porque la soledad no es estar solo, sino carecer de
                                            amor y compresión.

                                            En nuestras ciudades millones de seres viven juntos en soledad. Se
                                            puede estar rodeado de gente y sentir una tremenda soledad si se
                                            carece de diálogo. Tampoco es el silencio. Pues como decía Villa-
                                            espesa: Solo con mis penas vivo desde que estamos ausentes. ¡Qué
                                            triste es la soledad en medio de tanta gente! La cifra de divorcios y
                                            separaciones ha aumentado en nuestro país un sesenta por ciento
                                            en la última década. El quince por ciento de las familias son mono-
                                            parentales. Esto ha contribuido a que exista una mayor población
                                            vulnerable a la soledad que, como en la vejez puede inducir a la
                                            depresión, la melancolía, la ansiedad, el miedo, el aislamiento o el
                                            sentimiento de abandono. Todo un conjunto negativo de frustra-
          César de la Lama                  ciones de la vida afectiva y social de nuestra época.
          Escritor y periodista
                                            Gran parte de ese treinta y cinco por ciento de la población de entre
                                            25 y 40 años que vive sola pide auxilio por su soledad. El 70 por
                                            ciento son mujeres. Están rodeados de gente, pero les falta alguien.
                                            A veces porque ignoramos los errores con los que vivimos hasta
                                            que las circunstancias nos los aclaran. Pero todo error contiene un
                                            núcleo de verdad, y toda verdad puede ser semilla de error. Si to-
                                            dos fuéramos tan perfectos que no cometiéramos errores, creo que
                                            podríamos dar de lado a la verdad, porque el error es la sombra de
                                            ésta, y a veces su complemento.

                                            No hay mayor enfermedad que aquella que se crea uno mismo en
                                            el alma. Yo he preferido ser como el águila que vuela sola, y no
                                            como el cuervo que lo hace en grupo. Entonces la soledad es el
                                            reencuentro consigo mismo, que no debe ser motivo de tristeza sino
                                            de reflexión. Y es satisfactoria. Crea más que destruye. El hombre
                                            solitario o es un Dios o es una fiera, decía Aristóteles. Las grandes
                                            elevaciones del alma no son posibles sino en la soledad y en el silen-
                                            cio. Los grandes hombres han sentido a veces esa soledad emocio-
                                            nal que ha sido para ellos fuente de creación y genialidad. Se diría
                                            que la buscan para crear. A veces es la mejor aliada. Es necesaria
                                            para la imaginación, como la compañía es sana para el carácter.
                                            Porque en la soledad está nuestra grandeza, aunque en la sociedad
                                            esté nuestra eficacia. Yo no conozco la forma de las almas que me
                                            rodean. Pero las adivino por sus acciones. Porque desafortunado
                                            aquel que no siente el alma que se agita en el mundo y le acompaña.









          62   Más fi jos




                                                                                                           23/04/10   0:55
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