Page 62 - ses287
P. 62
| OPINIÓN
— ...Entonces..., ¿Haití?
— La naturaleza...
— ¿La naturaleza ha hecho tantos pobres? La naturaleza, ¿de quién?
— La naturaleza de los desorbitados países ricos.
Lo sabemos desde hace mucho tiempo, sabemos que están ahí, agaza-
Haití, pados, indolentes, atroces. Son ellos, los que en consecutivos congresos
para des-arreglar el mundo, incluso se dan fraternalmente la Paz.
perdón También son los pequeños consumidores compulsivos, aquellos que
por no ir de vacaciones en verano o no desplazarse un “puente”, se
sienten lacónicamente desgraciados. También están los que sienten la
necesidad de comprarse una e-fashion, una e-house, etc. porque eso les
hace tontamente felices.
En verdad que los hay para todos los gustos. Estamos rodeados por
todas partes de todo eso, de lo contrario sería absurda la vida, incluso
nos faltaría lógica. Porque a ver, ¿quién iba a hacer el trabajo duro y
sucio que nosotros no queremos hacer? Tiene que haber países como
Haití ¡pobres! Pero, claro, ahora pedir perdón sería remover nuestro
interior, pedir perdón y luego no saber ni siquiera qué hacer, ¡vaya cosa
ridícula!
Mila de Juanes
Escritora No. No estaba el poeta León Felipe pensando de esta manera cuando
se le ocurrió escribir su lúcido poema “Perdón” y que yo quiero traer
ahora aquí, precisamente para pedir perdón a Haití:
“Se ha muerto tanta gente a la que yo he ofendido
y ya no puedo encontrarla.
... ¡Tenía que pedir perdón a tanta gente!
Pero todos se han muerto”
A todos los que han muerto en el seísmo, a tanta gente a los que ya no
puedo encontrar: perdón, Haití, perdón porque nos sentimos perplejos
ante el mandamiento del Amor a todas las personas, y nosotros, los
países “importantes”, “los personajillos de a pie” con nuestra deplora-
ble conducta.
Sigue el poeta español en el itinerario de su admirable poema pidiendo
perdón a todos y en ese caminar, un día, cuando va paseando por la
calle, no con pensamientos negativos de culpabilidad, sino con sentir
de responsabilidad, se encuentra a un mendigo que alarga su mano
esperando unas milésimas de monedas y León Felipe se arrodilló ante
el mendigo y le besó las manos:
“Ya no puedo hacer otra cosa
que arrodillarme ante el primer
mendigo y besarle la mano”
Creedme. Yo ya no puedo hacer otra cosa que besarles las manos a
todos los niños, jóvenes o ancianos de Haití, no puedo hacer otra cosa
sino arrodillarme ante todos los seres de Haití y besarles los ojos, las
mejillas, pero sobre todo no puedo hacer otra cosa que pedirles perdón.
Haití, perdón.
62 Más fi jos
05/02/10 14:04
062SESENTA.indd 62 05/02/10 14:04
062SESENTA.indd 62