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Opinión
CÉSAR DE LA LAMA/PERIODISTA Y ESCRITOR
El nuevo humanismo de esa fe que mueve montañas, hay que ser
prácticos. Buscar la coherencia intelectual, la
solidaridad humana. Y sobre todo conservar los
confía en el ser humano buenos principios que tienen como base a la
verdad, la honestidad, las leyes naturales. Y un
uando decimos que una perso- orden que proteja por igual a los que se ampa-
na es muy humana caemos en ran en la divinidad que a los que solo creen en
una calificación reiterativa, las libertades humanas individuales, la justicia
pues el ser humano solo puede social, los derechos fundamentales y el estado
ser humano si existe como tal. democrático. Los humanistas modernos creen
Pero si se deshumaniza la cosa que esto se puede conseguir con la propia
Ccambia: el ser humano deja de fuerza moral de la Humanidad y los propios
serlo y se convierte en un animal. El humanis- recursos intelectuales. Da la impresión de que
mo y el deshumanizarse son estadios que nos pretenden atacar a las religiones, pero no es
acompañan desde los primeros tiempos. Este así. Lo que buscan es ampliar el marco de
termino humanista se conoce desde el movi- acción de la razón y la experiencia del ser
miento cultural que aparece en Europa en los humano en todas sus manifestaciones.
siglos XV y XVI, que se significó el transito de Los gobiernos del mundo han puesto en prác-
la Edad Media a la Edad Moderna, cuya forma tica una serie de organizaciones para paliar las
básica de pensar consistía en la divinidad de la calamidades que se ciernen sobre el ser humano
persona como principio de la civilización cris- y las que él mismo provoca con su irracional acti-
tiano occidental. tud. Ahora estudian favorecer el pensamiento
Pero es ahora, en nuestro días, cuando un científico que trata de vencer ciertas resistencias
nuevo humanismo cívico surge de entre las ético-políticas para ejercitar una serie de prácti-
cenizas de las guerras y el caos de una Huma- cas de ingeniería genética con objeto de llegar a
nidad cada día menos humanizada. Fracasa- la eliminación de la enfermedad y la prolonga-
das las primera perspectivas, se busca una ción de la vida, o al menos tratar de acabar con
solución inspirada en la vida filosófico-moral algunas de ellas hasta ahora incurables como el
de un modelo intercultural de humanismo en parkinson o la diabetes. Ya que el futuro de la
la sociedad global, con fundamento en el curación de muchas dolencias como el cáncer
entorno social y cultural y basado en el ejerci- está en sus bases moleculares. Es previsible que
cio de la libertad frente a los tópicos imperan- surjan nuevas y terribles enfermedades que nos
tes y el pensamiento único. El nuevo humanis- flagelen, como las denominadas mitocondriales,
mo carece de pretensiones dogmáticas y reli- degenerativas, cuyos agentes oxidantes engen-
giosas, después de ver como sufren millones drados en las mitocondrias dañan al ADN. Se tra-
de seres en un mundo incongruente pese a las taría de poner en práctica una nueva medicina
prácticas y creencias. El humanismo hoy trata más razonable, sin prejuicios fundamentalistas
de comprender el Universo en términos natu- pero con plena garantía. Para esto haría falta
rales, raciovitalistas, en lugar de sobrenatura- contar con una ética universal capaz de evitar los
les. Ofrecer una ética basada en los valores delirios de locos que desean emular a Dios en la
humanos, cuando las religiones ya no son Creación, que a veces produce la Humanidad.
capaces de controlar la maldad en el hombre. Tal vez, no lo se, si se pudiera meter mano a los
Esto no quiere decir que el ser humano tenga telomeros, genes productores de la energía, la
que perder la fe por necesidad. Pero además juventud, otro gallo nos cantaría.
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