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Al comenzar de cero, sin conocer a
nadie, y sin apoyo fue duro. Aguante
el tirón, poco a poco fui cogiendo más
firmeza en que estaba en el sitio
adecuado en el momento preciso por-
que necesitaba evolucionar. Vivir ahí
fue estupendo a todos los niveles.

Es diferente estar en tu casa sin
hacer nada por ti, lo que equivale a
darles trabajo a tus seres queridos,
a hacer casi todas las cosas por ti
misma y conseguir cada cierto
tiempo subir un peldaño más.
Lo sé, aprendí a convivir. mis com-
pañeros, ¡lo mejor de lo mejor!, he
conocido a un montón de chicos/as
de distintos sitios, con diferente
tipo de discapacidad y con las mis-
mas ganas de salir adelante.
Aprendí a relacionarme, que real-
mente me hacía falta tanto como
sonreír abierta y sinceramente.

Toditos los departamentos que in-
tercambian una relación de trabajo
en el centro cooperan de la mejor
manera que saben con personas
que sufren una lesión irreparable
en sus vidas, te ayudan a aprender Aprendí a
a vivir con lo que tenemos ahora,
eso es, recuperar lo que se pueda, y relacionarme, que
mantener, en algunos casos apren-
der a caer para luego levantarte, realmente me hacía
te asesoran, orientan y hacen ver
que nosotros y nadie más que nos- falta tanto como
otros podemos salir con fuerza de
las peores situaciones, sabiendo sonreír abierta y
que nada nos es dado de gratis y
que si quieres algo en la vida tie- sinceramente.
nes que luchar por ello.
Boletín C.R.M.F. 25