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| CARTAS
Madre no hay más que una
Desde Alemania con amor
Quizás suene a frase hecha, pero
es muy acertada, porque para En el hoy lejano 1949, a mis 18 años de edad, visité como viajante co-
cada uno de nosotros, la nuestra mercial un buen número de poblaciones gallegas. Con mucha frecuen-
es la más especial, la única y la cia he contado a mi esposa (alemana de 72 años de edad) lo bello de
que no cambiamos por nadie, con aquel paisaje, su arquitectura popular, su habla, hasta tal fi n que desea
sus defectos y todas sus virtudes, ver y vivir lo mismo que yo en mi mocedad.
así que hoy, si me dejan, voy a ha- Rarísima vez ofrecen aquí en Alemania viajes organizados, por lo que
blar de la mía. intentaré desde mi domicilio planear dos semanas de vacaciones en
El ochenta por ciento de lo que esa provincia, y quizá haya algún lector que pueda echarme una mano
soy, se lo debo a ella, por ser mi informándome, por ejemplo, ¿qué poblaciones de interés podemos vi-
ejemplo para multitud de cosas, sitar en tren o autobús y regresar el mismo día o al siguiente a Santia-
personal y profesionalmente. Me go de Compostela? Desde A Coruña, ¿qué otras localidades visitar en
ha enseñado a ser una persona lu- uno o dos días? ¿Qué población costera es apropiada para pasar unos
chadora, porque ella lo ha sido, días de descanso?, etc, etc.
además de segura de si misma, Y en esta confi anza les agradezco ya hoy la impresión parcial de este
justa, comprensiva, con una solu- escrito en su revista “60 y Más” que siempre leo con mucho interés.
ción para todo, sin dar un paso
atrás ante nada ni ante nadie, Armando Compte
valiente, trabajadora, fuerte ante Barsinghausen (Alemania)
adversidades por las que tuvo que
pasar, que han sido muchas y un
largo etcétera, con el que se me nómica ni moral y como guinda mudanzas, trabajo, interminables
llena la boca de orgullo, al decir del pastel, sin contar con el apoyo horas de charla, muuuuuucha co-
que soy su hija. Dicen que somos o el arrimo de un hombro donde municación, viajes y compañía
los niños los que elegimos el lugar echar unas lágrimas, que se las te- mutua.
donde queremos nacer, pues no nía que echar a solas. Por circunstancias, por el desti-
he podido elegir uno mejor. Me alegra que todo eso se ha que- no o porque Dios lo ha querido
Yo nací con tan solo dos kilos dado atrás y que ahora, esté en así, seguimos estando juntas. An-
doscientos gramos, pero salí ade- esa segunda juventud, que todos tes en la misma casa, porque soy
lante con su ayuda y apoyo, que anhelamos, para contar con un de esas hijas que han regresado
siempre he tenido. Nunca se ha tiempo que manejados a nuestro al hogar familiar tras una sepa-
dado por vencida y en los mo- antojo; que nos permita hacer un ración y ahora, somos vecinas,
mentos en los que he tenido algún poco de lo que nos da la gana y puerta con puerta, estando juntas
problema, una duda o necesitaba sin andar a toque de despertador: para lo que haga falta, pero con
consejo, ahí estaba ella, con sus la ansiada jubilación. nuestro espacio vital.
sabias palabras que siempre dan Creía justo agradecerle todo lo Tenemos miles de recuerdos,
en el clavo. que ha hecho, que no ha sido anécdotas, experiencias, histo-
A mi madre, le tocó vivir una poco, y lo que sigue haciendo, rias, vivencias, de las que inten-
vida poco fácil, en primer lugar, porque a pesar de tener yo, casi tamos quedarnos con lo bueno,
teniendo una infancia rígida, en cincuenta años, me sigue dicien- olvidando los malos, de los que
la que se le exigieron responsa- do esa frase de madre: ¿No lle- seguramente hemos aprendido
bilidades y actuaciones adultas, vas chaqueta, hace frío? o cosas algo o mucho, pero lo que está
para su edad. Una juventud, lle- similares, que me hacen esbozar claro es que mientras la tenga cer-
na de obligaciones y pocas dis- una sonrisa y decirle maaaaami, ca, tendré una opinión y un con-
tracciones además de mucho tra- que ya sé si hace frío o no..., pero sejo que será acertado o al menos
bajo, para poder salir adelante, sé que es inútil porque seguirá objetivo.
como otras tantas mujeres que diciéndomelo, aunque yo tenga NATACHA, ese es su nombre, y
se quedan “solas ante el peligro”, ochenta, porque seguiré siendo lo pongo en mayúsculas porque
o sea, con una criatura o más y su hija. es una madre y una persona con
con el cielo y la tierra como úni- Ella tiene 72 y espero tenerla a mi mayúsculas.
cos techos y suelos. Todo ello, sin lado mucho tiempo, hemos com- Yasmin Alcarazo
ninguna compensación, ni eco- partido penas, alegrías, muchas (Tenerife)
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