Page 66 - ses251
P. 66
066SESENTA 30/6/06 02:00 Página 66
Opinión
JULIO CARABIAS / PERIODISTA Y “SHOWMAN”
Toda una vida
adre no hay más que una lo sabía hacer todo, y, desde luego, era la
y a tí te encontré en la solución última para cualquiera de nuestros
calle. Bueno, en estricto problemas cotidianos. Pero, como digo -con
sentido, tampoco hay más todo cariño- no era muy leida ni “escribida”.
que un padre. Lo que Precisamente por esto, mis padres me
pasa es lo que pasa. A la hicieron estudiar aquel Bachillerato de 7
M madre la suele conocer años y reválida que, con mis aprobados, tuve
todo el mundo, y el padre, pues eso, que no sensación de pagarles sus esfuerzos.
es lo mismo. En mis estudios, tuve la buena idea de
De todas maneras, yo, desde muy peque- conservar todos mis libros de cada asignatu-
ño, tuve muy claro que aquella señora y ra, que compraba de segunda, tercera o ené-
aquel señor que vivían conmigo, o eran mis sima mano.
padres o, en cualquier caso, eran unos tíos Pensaba que algún día podrían facilitarme
estupendos a los que yo adoraba. cualquier duda sobre datos que se me
Nunca me enseñaron un papel, un docu- hubieran olvidado.
mento que les acreditara como padres, pero Llegó un momento en que yo empecé a
como me trataban como a un hijo, tampoco viajar bastante con motivo de mi profesión
yo necesité más averiguaciones. Vamos, lo teatral.
que nos pasa a casi todos. Mis libros viejos pero heroicos, los tenía
Mi padre me parecía una gran persona y, amontonados sin orden aparente en mi cuar-
cada día que pasa, me parece mejor toda- to, pero los tenía localizados a todos.
vía. Con mis padres me pasa como el can- Cuando volví de un viaje, ví con horror que
tante Carlos Gardel, que cada día canta mis libros no estaban en su sitio, pregunté a
mejor. mi madre que, con todo candor, me aclaró.
Pero hoy voy a hablar de mi madre. De - Julio, hijo, el otro día vino un trapero y
una “hazaña” que hizo que sólo tiene paran- le dí todo lo viejo que había en casa.
gón -salvadas las infinitas distancias- con el - Pero, mamá, ¿y los libros?
incendio de la Biblioteca de Alejandría. - Los libros también. Estaban tan viejos
Mi madre, Flora, nombre que a mí me que casi no quería llevárselos.
encanta, era una mujer de pueblo, que sabía Lo dijo todo con tal expresión beatífica,
leer, escribir y hacer cuentas -¡cuántas tuvo que yo, mordiéndome los labios, sin que ella
que hacer, la pobre!- pero que no había teni- me viera, le dije.
do ocasión de adquirir una gran cultura. Su - Pues muy bien, mamá. Bien hecho.
sabiduría era natural. A mí me parecía que Y le dí besazo.
66 Sesenta y más