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Editorial a revista “Sesenta y Más” ha ido
recogiendo en sus páginas algu-
nos de los capítulos más relevan-
tes del Libro Blanco de la Depen-
dencia, con el fin de dar a cono-
cer entre los lectores el conteni-
L do de este importante documento,
base de la futura Ley de Protección a la Depen-
dencia.
El Libro Blanco que, como ya hemos
informado en otras ocasiones en esta revis-
ta, ha sido entregado al Parlamento, a las
Comunidades Autónomas y a los Agentes
Sociales, precisa que España cuenta en la
actualidad con 1,1 millones de personas
con una dependencia severa y grave y 1,6
millones de personas con alguna discapaci-
dad para realizar alguna de las tareas bási-
cas de la vida diaria.
RECURSOS ECONÓMICOS
DESTINADOS A LA
FINANCIACIÓN DE
LA DEPENDENCIA
El problema de la dependencia atañe a la
dignidad de la vida humana y muchos paí-
ses de nuestro entorno ya han dado pasos
inequívocos para afrontarlo. Los pioneros
fueron los Países Escandinavos y Holanda y
a lo largo de la década de los noventa se
han producido iniciativas en el ámbito de la
Europa continental como la de Austria, Ale-
mania, Francia, Luxemburgo.
4 Sesenta y más
mediterráneo y la aplicación del nuevo Sis-
España está inscrita al modelo asistencial
tema Nacional de Dependencia como un
conjunto de derechos que darán respuesta a
las nuevas necesidades de la sociedad,
y familiar de nuestro país.
deberá adecuarse a la nueva realidad social
En este número recogemos el capítulo VIII
del Libro Blanco que está dedicado al análi-
sis de los recursos económicos que en la
actualidad se dedican a financiar la aten-
ción a la dependencia. En él se ofrece una
panorámica general del esfuerzo económico
que suponen los cuatro principales tipos de
recursos dirigidos a la protección de las per-
sonas dependientes: prestaciones moneta-
rias, servicios sociales, ayudas fiscales y
ayudas al cuidador.
Uno de los datos recogidos en este capí-
tulo es el relativo a la evolución del gasto en
protección social a la dependencia, en el
que se pone de manifiesto el aumento pro-
ducido entre 1995 y 2003. Se trata de un
incremento importante, pero que sigue
estando por debajo del esfuerzo que reali-
zan los países de nuestro entorno en la pro-
tección social a la Dependencia.
numéricos, de lo que se trata es de hacer un
Al margen de los datos meramente
cambio de rumbo en la política social de la
dependencia, con el fin de dar una respues-
ta eficaz al riesgo que ésta supone y que
tendrá que venir acompañada necesaria-
mente de un esfuerzo de gasto social muy
superior al actual, en los próximos años.